OTRAS FUENTES DE ENERGIA
Otras fuentes de energía
Si bien tienen menor desarrollo, otras fuentes de energía se utilizan en el país a partir del aprovechamiento de ciertos recursos naturales no renovables, como el uranio, o renovables, como la radiación solar, los vientos, el calor del interior de la Tierra o la biomasa.
La energía nuclear
La producción de energía nuclear requiere de muchas medidas de seguridad debido al elevado nivel de radiactividad en las diferentes fases del ciclo nuclear....
La energía nuclear es la que se obtiene a partir de la transformación de una masa de materia por procesos de fisión nuclear (división de núcleos atómicos pesados por bombardeo de neutrones) o de fusión nuclear (unión de núcleos atómicos muy livianos). Este tipo de energía se obtiene en complejas instalaciones llamadas centrales nucleares o atómicas. Allí hay reactores que generan energía por fisión, utilizando como combustible el uranio. En la Argentina existen importantes reservas de uranio en Salta, Catamarca, La Rioja, Mendoza y Chubut.
La energía por fisión generada en las centrales atómicas impulsa el funcionamiento de turbinas que generan energía eléctrica. Alrededor del 8% de la generación de electricidad proviene de centrales nucleares. En la Argentina existen tres centrales atómicas: Atucha I y Atucha II (situadas en Zárate, provincia de Buenos Aires); y Embalse (a orillas del Embalse de Río Tercero, Córdoba).
Además de electricidad, de la energía nuclear pueden obtenerse otros productos importantes para la medicina y la industria, como el cobalto y los radioisótopos.
Las energías alternativas
La Secretaría de Energía cuenta con un Proyecto de Energías Renovables en Mercados Rurales (PERMER) cuyo objetivo es asegurar el abastecimiento de electrici...
Este tipo de energías se produce a través de fuentes renovables como la radiación solar (energía solar), la fuerza del viento (energía eólica), el calor de la Tierra (energía geotérmica) y la biomasa (bioenergía). Estas energías se caracterizan por no generar gases o desechos tóxicos u otros inconvenientes en la población y su utilización está creciendo, con el fin de ir reemplazando a las fuentes de energía no renovables. Actualmente, representan alrededor de un 3% de la oferta de energía primaria del país.
La energía solar
La energía solar, es decir, aquella generada por fusión nuclear de átomos de hidrógeno que se encuentran en su interior, está considerada como una fuente segura, de escaso impacto ambiental e ilimitada. Sin embargo, presenta algunas dificultades: no puede ser almacenada y su aprovechamiento está condicionado por la intensidad de la radiación solar recibida por la Tierra, los ciclos diarios y anuales a los que está sometida y las condiciones climatológicas del lugar.
Para aprovechar la energía solar se requiere de cierta tecnología que capte la energía proveniente del sol y la transforme en otra forma de energía, como electricidad (tecnologías fotovoltaicas) o calor (tecnología solar térmica).
En la Argentina se utiliza para generar electricidad, para calefacción o para el bombeo de aguas subterráneas, y se aplica principalmente en escuelas o viviendas rurales que no están vinculadas con el sistema eléctrico por red.
La energía eólica
La energía eólica es la energía producida por la fuerza cinética del viento. Las principales ventajas de este tipo de energía son que es inagotable, no contaminante y de libre acceso (gratuita). Sin embargo, también presenta limitaciones, como su intermitencia y el hecho de que su aprovechamiento está restringido a lugares con fuertes vientos.
Para aprovechar esta energía se utilizan dos tipos de máquinas:
- Los molinos: se emplean para el bombeo de agua; constan de numerosas aspas que se ponen en funcionamiento con el viento y accionan mecánicamente una bomba que extrae el agua del subsuelo.
- Los aerogeneradores: se usan para la generación de electricidad y se caracterizan por tener pocas aspas que con el movimiento ponen en funcionamiento turbinas o generadores que producen energía eléctrica.
Las provincias patagónicas son las que presentan las mejores condiciones para el aprovechamiento de la energía eólica, dada la velocidad y la persistencia de los vientos.
La bioenergía
La bioenergía se genera a partir del aprovechamiento de la biomasa, es decir, la materia orgánica vegetal o animal: leña, paja, residuos animales, vegetación acuática, etc.
La energía de la biomasa se obtiene a través de:
- La combustión directa, como en el caso de la leña o el carbón vegetal (que se produce a partir de la carbonización de la leña).
- Por transformación de la biomasa y su conversión en biocombustibles, como el bioetanol (a partir del maíz y la caña de azúcar) y el biodiesel (a partir del aceite de soja, girasol o maíz, de grasas animales y aceites usados).
En la Argentina, la bioenergía tiene distinto tipo de aprovechamiento, uno de los más importantes es el uso de carbón vegetal en la industria siderúrgica de Jujuy (Altos Hornos Zapla) o la utilización del bagazo de caña de azúcar como combustible en las calderas de los ingenios azucareros. El uso de biocombustibles se halla menos difundido en el país.
La energía geotérmica
La energía geotérmica se basa en el aprovechamiento del calor proveniente del interior de la tierra que calienta las aguas subterráneas, o asciende como vapor, para la obtención de energía eléctrica, de calor para uso humano o en procesos industriales. La energía eléctrica proviene de centrales geotérmicas que utilizan el vapor para mover las turbinas que generan la electricidad.
El poco desarrollo del uso de energía geotérmica con fines eléctricos deriva, fundamentalmente, de los elevados costos de exploración. Por eso, si bien existen identificadas más de veinte áreas de interés geotérmico, se han efectuado muy pocos aprovechamientos. La única instalación de producción eléctrica basada en esta fuente en el país se encuentra en el yacimiento de Capahue (Neuquén).