LOS MINERALES COMO RECURSOS

Algunos de los procesos geológicos que afectan a los materiales de la corteza terrestre dan lugar en el tiempo a la formación de yacimientos minerales.

Un yacimiento se forma por la acumulación de uno o varios minerales en un lugar concreto de la Tierra. Los distintos ambientes de formación de yacimientos están directamente relacionados con procesos geológicos internos y externos que caracterizan la geología de nuestro planeta.

Los procesos por los que se forman los minerales que componen las rocas de la corteza, en determinadas circunstancias, han favorecido la formación de depósitos. Se pueden citar los siguientes:

Placeres. Yacimientos formados por la acumulación selectiva de sedimentos detríticos que sedimentan en determinadas circunstancias.

Skarns. Se forman por metamorfismo de contacto entre intrusiones magmáticas ácidas y rocas sedimentarias o metamórficas.

Yacimientos evaporíticos. La pérdida de agua por evaporación produce precipitaciones en los sedimentos. Suelen contener grandes volúmenes de depósitos.

Yacimientos diagenéticos. Formados por procesos diagenéticos o sedimentarios que dan lugar a grandes concentraciones de minerales.

La importancia de las gemas es tanta que existe una disciplina científica que se encarga de su estudio. Es la gemología, ciencia que trata de las gemas o piedras preciosas, de su obtención y de sus aplicaciones.

Existen numerosos tipos de gemas, cuyo valor económico y origen son muy diferentes. Las gemas utilizadas tradicionalmente en joyería son el diamante, el rubí, el zafiro y la esmeralda. No obstante, existen otras gemas, como el olivino, la cordierita, el jade, etc., que son cada vez más empleadas debido al alto coste de las gemas tradicionales. Otro pequeño grupo de gemas comprende verdaderas piedras preciosas, como las espinelas, que por su rareza están siempre disponibles y se trata de «piedras de colección».

Un buen porcentaje de gemas consiste en materiales ornamentales de modesto valor económico, como es el caso de la malaquita, la azurita, etc. Son las llamadas piedras semipreciosas. Son bellas, pero mucho más abundantes y, por ello, menos valiosas.

Por último, existe un conjunto de minerales, como el diamantoide, la turmalina, el apatito, el circón, etc., que son aquellas gemas que, por su parecido a las tradicionales, muchas veces se usan para las imitaciones.

Los factores que determinan el valor de un diamante son: el color, la pureza, la talla y el peso (que se mide en quilates).