LA POBLACION INDIGENA ARGENTINA
La población indígena
Según una investigación realizada por la Universidad de Buenos Aires en el año 2005, el 56% de los argentinos posee algún legado genético indígena en su ADN; dentro de este grupo, el 10% es amerindio puro, y el 44% restante de la población se vincula principalmente con ancestros europeos.
Los pueblos originarios
Cuando llegaron los europeos al actual territorio argentino en el siglo XVI, se encontraron con diferentes pueblos y culturas; los nombraron indios, aborígenes (que significa pueblos originarios) o indígenas (que significa pueblos nativos).
En las áreas donde se asentó la colonización española, muchos de esos pueblos fueron sometidos y perdieron el dominio sobre sus territorios. En general, sus tierras de cultivo y las áreas donde obtenían recursos naturales para subsistir pasaron a formar parte de grandes haciendas. Los indígenas fueron incorporados en ellas y en las ciudades coloniales como trabajadores. También se produjeron uniones entre indígenas y europeos que dieron origen al grupo de mestizos.
Muchos indígenas murieron en enfrentamientos armados para resistir la invasión europea, por enfermedades y por los cambios en las condiciones de vida.
No obstante, aproximadamente hasta mediados del siglo XIX, vastos territorios indígenas no fueron sometidos y formaron las áreas de frontera aborigen. Al norte se encontraba la frontera del Gran Chaco; y al sur, otra muy extensa que se denominaba "el desierto" y abarcaba gran parte de la llanura pampeana y la Patagonia. En ambas vivían pueblos indígenas, como los tehuelches y los mapuches. Posteriormente, durante la etapa de formación del Estado argentino, se enviaron varias expediciones militares que sometieron a los indígenas y las áreas de frontera fueron incorporadas al territorio nacional. Una de las expediciones que se dirigió al sur se conoce como "la campaña del desierto", y estuvo al mando del general Julio Argentino Roca en 1879.
Como consecuencia de esas expediciones militares, muchos indígenas murieron exterminados y otros perdieron sus tierras, porque les fueron expropiadas. Algunos permanecieron en las zonas rurales trabajando como peones, hacheros o cosecheros, cultivando pequeñas parcelas o criando ganado; otros migraron hacia otras zonas rurales y a las ciudades.
La población indígena hoy
Numerosas personas en la Argentina han mantenido diversos aspectos culturales de sus antepasados por los cuales se reconocen a sí mismas, o son reconocidas por la sociedad o el Estado nacional, como integrantes de alguno de los pueblos originarios. Una parte de esa población vive en áreas rurales, en forma comunitaria, y otra, en ciudades.
Desde la reinstauración de la democracia en 1983, aumentó la preocupación por parte de instituciones y organismos del Estado respecto de los problemas de la población indígena, entre los que se destacan la pobreza y la discriminación. Esto se ha hecho más evidente a partir de la reforma de la Constitución Nacional del año 1994, que en su artículo 75 establece que corresponde al Congreso:
"inc. 17. Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos. Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural, reconocer la personería jurídica de sus comunidades y la posesión y propiedad comunitaria de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible ni susceptible de gravámenes o embargos [...].
El Estado argentino, como otros Estados del mundo, fue incorporando, cada vez con más fuerza, el criterio del autorreconocimiento como principio fundamental para definir la identidad y pertenencia indígena. Este criterio es criticado por algunos grupos y asociaciones indígenas, que no lo consideran suficiente ya que previamente es necesario que se desarrolle un proceso de reconstrucción y revalorización de la identidad indígena en el país.
Las estimaciones sobre la cantidad de indígenas en el país en la actualidad oscilan entre el millón y los dos millones de personas. Esa variación se debe a que es difícil cuantificar con precisión el número de indígenas, especialmente si el relevamiento se basa sólo en un autorreconocimiento; es probable que muchas personas desconozcan o nieguen su origen ancestral.