LA ARGENTINA EN EL MUNDO

En comparación con otros países del mundo, la Argentina muestra un buen nivel de desarrollo. Según la información provista por el Informe de Desarrollo Humano (IDH) que elabora anualmente el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el país se ubica en el conjunto de países con desarrollo humano alto. Esta categorización surge de la evaluación de tres dimensiones que hacen a las condiciones de vida de la población: tener una vida larga y saludable, acceder a la educación y adquirir conocimientos, y lograr un nivel de vida digno. La evaluación de estas dimensiones conforma el IDH y ubica en el año 2004 a la Argentina en el puesto 34, dentro de un conjunto de 177.

Los datos incluidos en la tabla de esta página permiten observar los valores de diversos indicadores que se toman en cuenta para elaborar el índice de desarrollo humano. Para la Argentina, algunos de esos indicadores, como la esperanza de vida al nacer o la tasa de analfabetismo, no presentan grandes diferencias respecto de los países más desarrollados como Noruega y Estados Unidos, y son marcadamente mejores que los de los países de desarrollo humano medio y bajo. En otros casos, especialmente en lo relativo a ingresos por habitante, gastos en salud y acceso a las comunicaciones, los niveles alcanzados por el país son mucho más bajos que los de los países desarrollados.

Un país de ingresos medios, en desarrollo

Dentro del conjunto de países del mundo, la Argentina es considerada un país de ingresos medios. Esta evaluación, utilizada por ejemplo por el Banco Mundial, se realiza desde una mirada económica que se basa en la medición del Ingreso Nacional Bruto (INB). Este indicador da una idea de la riqueza del país al contabilizar el valor que alcanza la producción nacional (valor agregado de los bienes y servicios producidos en el país) y las entradas primarias del exterior. La Argentina es considerada un país en desarrollo debido a las dificultades que presenta en diversos aspectos económicos y sociales. Aun cuando no existe una definición única de cuáles son los países considerados en desarrollo, se acepta que presentan algunas problemáticas comunes, entre las que se destacan la gran desigualdad en la distribución del ingreso entre la población, altos niveles de pobreza, elevados índices de desempleo, bajo nivel de ingreso per cápita, dificultades de acceso a los servicios de salud y educación por gran parte de la población y obstáculos para la obtención de créditos y de inserción en el comercio internacional.

Un país bien relacionado

La Argentina participa activamente en el mayor organismo mundial, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y es uno de los países que en 1945 firmó el tratado constitutivo de esta organización. Tiene una comisión permanente y colabora en organismos especializados de la ONU, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Además, es integrante del Consejo de Seguridad de la ONU; en el cual ejerció la presidencia en el período 2005-2006.

Como parte de este organismo, el país también está comprometido a acatar las decisiones que se toman en él. Así sucede, por ejemplo, con los pedidos del Comité de Descolonización de la ONU para que la Argentina retome las negociaciones con el Reino Unido y ambos países den una solución pacífica a la controversia por las islas Malvinas.

El país también participa del principal organismo internacional americano, la Organización de Estados Americanos (OEA). Como miembro fomenta la cooperación entre los diferentes países que integran esta organización y busca desarrollar políticas comunes que permitan mejorar las condiciones de vida en el continente.

En el año 2005, tuvo lugar en la ciudad de Mar del Plata la IV Cumbre de las Américas, el encuentro de los presidentes americanos organizado por la OEA. En esa cumbre se debatieron diversos temas, pero el que tuvo un interés central fue el de la conformación del ALCA, el Área de Libre Comercio de las Américas. Esta propuesta, que había sido presentada en 1994 por el gobierno de los Estados Unidos, debía concretarse en el año 2005. Tras las deliberaciones en la cumbre, no se logró consenso para llevarla adelante. Esto se debió especialmente a la negativa de algunos países, entre los que se encontraba la Argentina. Esta oposición se debe a que se considera que el área de libre comercio llevaría grandes beneficios a los Estados Unidos, mientras que produciría grandes dificultades para otros países. Por ejemplo, se prevé que los productores agrarios de la Argentina tendrían importantes dificultades para vender sus productos en el mercado internacional.